¡Hola de nuevo Familia Scout!
Como ya habéis podido comprobar, nuestros Lobatos acaban de regresar sanos y salvos de la lluviosa Selva de Seeonee y de las garras de Shere-Khan, donde les hemos podido ver en el Paseo de la Isla.
La Manada, unida, fuerte y valerosa, se introdujo en ella para conocer en profundidad sus majestuosos árboles, así como sus frutos y hojas, y mil y una anécdotas.
De la mano de nuestro buen guía forestal, pero mejor oso, Baloo fuimos observando las sequoias, las cuales a la serpiente Kaa le encanta trepar bien alto, los laureles, cuyas hojas 翻墙 nutren a la veloz pantera Bagueera, o las multitudinarias propiedades del fresno aprovechadas por los Viejos Lobos. Todo ello, bien supervisados desde el cielo a los ojos del milano Chill.
Como buena Manda juguetona, dedicamos parte de la visita mañanera a buscar a algún que otro Lobato despistado y perdido por la Selva, ya que entre tanta frondosidad, alguno se nos “perdió” entre su ramaje.
De la misma manera, observamos en mitad de la misma algunas “casas árbol” en las cuales danzamos como los mejores monos equilibristas ¡No se nos pudieron resistir esos columpios!
Finalmente, los astutos cachorros tuvieron que seguir una serie de pistas a modo de repaso de la “lección” impartida por nuestro Oso Perezoso: había que encontrar las tarjetas del autobús perdidas mediante una serie de sencillos acertijos. ¡Somos fuertes y veloces, pero hasta un lobo cansado merece su descanso!
Una vez conseguido, y bajo una capa relajante de fina lluvia, pusimos rumbo a nuestro Cubil para continuar con nuestras grandes aventuras.
Buena Caza